Es común escuchar decir “se llevan como perros y gatos”, y es que durante mucho tiempo la convivencia entre estas mascotas ha sido motivo de estudios y dilemas debido a que tradicionalmeten suelen “llevarse mal”. Sin embargo, hoy te diremos cómo mejorar la convivencia entre perros y gatos.
La convivencia entre un perro y un gato adulto se vuelve difícil producto de que son especies distintas. Además, ambos suelen ser territoriales y predadores y aunque en la actualidad son animales domésticos sus instintos siguen siendo los mismos.
Sin embargo, esto no es un motivo que impida que ambos puedan convivir dentro del mismo hogar. La forma más efectiva para lograrlo es criando al perro y al gato juntos desde cachorros.
Si no fueron criados juntos será más fácil cuando el gato ha sido el primero en llegar a la casa, y en el caso del perro, aún cachorro, es el último en llegar. Esto se debe a que los perros se adaptan más fácil a los cambios.
Cuando estos animales son adultos tardará más el proceso de acoplamiento. Una solución sería que ambos compartan zonas cercanas y de este modo empiecen a percibir el olor del otro.
Se recomienda que para el día en el que se conozcan hayan comido y no se encuentren inusualmente nerviosos. Mientras más años lleve el perro o el gato viviendo solo en el hogar, será más difícil la aceptación del otro, a no ser que sea un cachorrito y no represente una amenaza para su liderazgo.
Ya lo ven, si es posible la convivencia entre ambas mascotas, una vez que compartan el mismo territorio y tengan interacción desde temprano será más sencillo que terminen siendo amigos.
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